LA CONFESIÓN Y DIRECCIÓN ESPIRITUAL
Todos los días después de la misa entre semana
Martes por la mañana de 9:00 a 12:00
viernes mañana de 9:00 a 12:00
Por las tardes solo con cita previa
El camino cristiano comienza con un paso atrás, con quitarse uno mismo del centro de la vida para dar lugar a Dios.Este mismo criterio, esta misma mirada aplicada a la confesión puede provocar una pequeña gran revolución copernicana en la vida de todos: en el centro del sacramento Ya no estoy en penitencia, humillado con la lista de los pecados -quizás siempre los mismos- para ser contados con dificultad al sacerdote. En el centro está el encuentro con Dios que acoge, abraza, perdona, levanta.
“No vamos a confesarnos como castigados que deben humillarse, sino como niños que corren a recibir el abrazo del Padre. Y el Padre nos resucita en cada situación, nos perdona cada pecado. Escuchen bien esto: ¡ Dios siempre perdona! ¿Has entendido? ¡Dios siempre perdona!”. No se va a un juez para ajustar cuentas, sino “a Jesús que me ama y me sana”.